18/2/09

a dieta bajo la lluvia



Como un montón de personas del primer mundo -mujeres principalmente, para qué vamos a engañarnos-, estoy haciendo o intentando hacer dieta.
Como además del hambre... llueve, hoy es sin duda ninguna el día de subir este poema de Amalia Bautista.
(pues sí que es el hambre: he repetido "como" en las dos frases)
Suelo recordarla cuando me pilla desprevenida la lluvia, porque sé que a Amalia le gustan los zapatos y los pendientes, y porque sé que, como a mí, le ocurre que escoge inadecuadamente los zapatos algunos días que va a llover. A ella le gustan de ante y de tacón.
Así que, a veces, cuando llueve, la imagino corriendo bajo la lluvia con sus inadecuados zapatos de ante y siempre me enternece esa imagen.
No debe mirar la previsión meteorológica.
Yo llevo días sin enterarme, parece que la lluvia estaba más que anunciada.



Amalia Bautista

A dieta

Me acosté sin cenar, y aquella noche soñé que te comía el corazón. Supongo que sería por el hambre. Mientras yo devoraba aquella fruta, que era dulce y amarga al mismo tiempo, tú me besabas con los labios fríos, más fríos y más pálidos que nunca. Supongo que sería por la muerte.




Las imágenes son de la Muerte y la Doncella en variadas versiones, todas de Hans Baldung Grien.

En lugar de ver el esqueleto como representación de la Muerte hoy sólo lo veo como la alegoria de "la imposición del modelo inasumible de mujer hiperflaca y ultraatlética". La Parca es, en realidad, la talla 38.

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